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La obra de Kepa Garraza reflexiona acerca de la naturaleza de las imágenes que consumimos a diario. Mediante escenarios ficticios donde se recrea una realidad paralela, invita al espectador a cuestionarse problemáticas relacionadas con la identidad y la manipulación de la información. Su obra cuestiona los discursos oficiales, y pone en tela de juicio los procesos de legitimación institucional. Su mirada irónica y acida ofrece alternativas a la realidad que conocemos y nos propone un ejercicio saludable: dudar siempre de la versión oficial.
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