|
“Dietro uno sparuto filare d’alberi, al di là di un ingresso messo su con rete da pollaio e pali coperti da teli di plastica nera, attraversata la porta rossa di un anonimo edificio la cui vernice bianca si scrosta sui mattoni rossi, si apre uno spazio stupendo”, scriveva il critico del Los Angeles Times.
|
|
This informality (not to be confused with aformality) is critical. What comes off as haphazard is also a reframing of what was acceptable professional practice. Moreover, the messiness is the perfect foil to the fine-tuning of architectural theory and codification of the historical avant-garde taking place along the Eastern Seaboard. In the fall of 1979 as The Architecture Gallery began its short tenure, Oppositions 18 nodded towards the West Coast by publishing Rudolph Schindler’s Lovell Beach House (1926). Meanwhile, over in Santa Monica, Frank Gehry had ripped apart the very notion of house.
|
|
El carácter informal (no confundir con ausencia de forma) es un punto crucial. Lo que parece confusión representa también una reformulación de lo que representaba una praxis profesional aceptable. Asimismo el desorden era el perfecto contrapunto a la precisa calibración teórica de la arquitectura y a la codificación de las vanguardias históricas que se estaban realizando en la costa este. En el otoño de 1979, cuando la Architecture Gallery inició su breve período de vida, el número 18 de la publicación Oppositions reclamaba la atención sobre la costa oeste publicando la Lovell Beach House de Rudolph Schindler (1926). Mientras tanto, en Santa Mónica, Frank Gehry hacía explotar el concepto mismo de vivienda.
|