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El diente de león debe su nombre a las hojas muy dentadas que recuerdan a los dientes del león indio. El diente de león (Taraxacum) es un género de la familia de las asteráceas (Asteraceae). Su respresentante más conocido es el diente de león común, la achicoria amarga. Es una planta vivaz perenne que alcanza una altura de entre 10 y 30 centímetros que con un jugo blanco en todas las partes. Su raíz principal carnoso que puede ser de 1 metro de largo (varias veces también hasta 2 metros) es por fuera de color marrón oscuro hasta negro. La raíz pivotante se convierte en un tallo extremamente corto y recalcado con hojas puestas en un rosetón. Se puede encontrar a los dientes de león por todo el mundo, desde los trópicos hasta las zonas polares. Su mayor diversidad está en las zonas más frescas de las regiones templadas. Encontraron en las raíces más de 50 importantes sustancias activas que pueden ordenar el organismo. Las sustancias activas más importantes del diente de león son inulina, colina, ácido ascórbico, ácido nicotínico, retinol, resinas, terpenos, un alto nivel de potasio, las sustancias amargas tarxacina (sobre todo en otoño), taraxacerin, taraxasterol, saponinas, vitamina B2, C, D y minerales como hierro, silicio, manganeso y azufre y muchos más.
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