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Edwin ha sido testigo estos últimos años de la degradación de las condiciones de seguridad para los migrantes: «La primera vez que crucé México y la frontera, no había problemas. Mientras hoy viajar en los trenes se ha convertido en una lucha constante contra la muerte. Claro, eso sin olvidar también el cansancio, el hambre y el frío. Es grande el riesgo de dormirse y caerse del tren. Pero las bandas de criminales que roban, violan y secuestran a quienes encuentran en los trenes, son peor que todo lo demás. Yo también fui víctima de robo y me dieron una paliza. Sin embargo, para las mujeres la situación es peor, es terrible. Ellas siempre se ven sometidas a las peores violencias. Por ese motivo, nunca dejé que mis hermanas emprendieran ese viaje. Yo fui testigo de violencias terribles y no quiero que ellas corran el riesgo de sufrir igual suerte».
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"The first time I crossed Mexico and the border there weren't any problems. Today, travelling on trains has become a permanent struggle against death. Of course, there's fatigue, hunger and cold. The risk of going to sleep and falling off the train is great. But the criminal gangs who rob, rape and kidnap the men and women on the trains are the worst of all. I had all my things stolen and I was also beaten up.Women have to put up with the most terrible situation. They're always subjected to the worst violence. That's why I've never let my sisters set out on this journey. I don't want them to run the risk of experiencing what I've seen."
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« La première fois que j’ai traversé le Mexique et la frontière, il n’y avait pas de problèmes. Aujourd’hui, voyager sur les trains est devenu un combat permanent contre la mort. Bien sûr il y a la fatigue, la faim et le froid. Le risque de s’endormir et de tomber du train est grand. Mais les bandes de criminels qui volent, violent et séquestrent ceux et celles qui sont sur les trains sont pires que tout le reste. Moi-même, j’ai déjà été dépouillé de tout ce que j’avais et j’ai été battu aussi. C’est pour les femmes que la situation est la plus terrible. Elles sont toujours soumises aux plus dures violences. C’est pour cela que je n’ai jamais laissé mes sœurs entreprendre ce voyage. Je ne veux pas qu’elles courent le risque de vivre ce dont j’ai été témoin. »
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