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Levantarse, tomar un café rápido y salir corriendo al trabajo. ¿Te suena? Es un comportamiento bastante común. Otro caso es el de quienes se levantan sin hambre y comen poco o nada. «Tan temprano no tengo cuerpo para comer», suelen decir, y es cierto, porque el estómago ha estado en proceso de reposo durante horas y cada organismo tiene un ritmo diferente. Pero cuidado, porque estar mucho tiempo en ayunas puede provocar una hipoglucemia, lo que después conduce a comer sin control y a que apetezcan los antojos dulces, cargados de azúcar.
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