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No es suficiente con recoger y tratar adecuadamente los residuos urbanos. Siguiendo la jerarquía establecida por la legislación, hemos empezado a trabajar en el campo de la prevención. Este debe ser nuestro primer esfuerzo. En este momento, nuestra prioridad la constituye la prevención mediante el compostaje doméstico. De hecho, cada vez más personas deciden compostar los residuos de la cocina y de la huerta, por lo que nuestra obligación es colaborar en ello. Gracias al compostaje doméstico, los desperdicios de la cocina, del jardín o del huerto, antes de llegar a ser residuo, se convierten en abono.
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