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Cada mañana, un compañero de Silence va a buscarla y lo acompaña al trabajo. Él sólo es sordomudo. Todos llegan a la fábrica de dos en dos: el cual puede ver con el invidente, el cual puede emitir algún sonido con el cual no, el cual no puede andar bien con el cual sí... múltiples combinaciones, de corte solidario, que manejan como si fuera lo más natural del mundo. Después, tienen que subir, como pueden, las tres plantas del edificio, especialmente complicado para Surajit Sen, que de pequeño tuvo la polio, y andaba con muletas, y que, años más tarde, un accidente de tráfico le postró en una silla de ruedas.
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