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Argi bero eta txiki bat piztuko dugu eta elkarrekin egoteko gogoa sentitzen dugu, barre egitekoa, elkar begiratzekoa... norbait istorio bat kontatzen hasiko da eta besteei entzuteko griña pizten zaie, besteak akorde batzuk ferekatuko ditu, eta konturatu orduko denok kantuan hasiko gara; Laboaren kantu bat, noski. Eta kontatuko direnak Mikelen nahiak, Mikelen bizipozak, Mikelen gauza intimoak, personalak eta ezezagunak izango dira.
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Zazpi aldiz elur (Mikel Laboa Elurretan), cinco intérpretes en el escenario para un espectáculo que es un encuentro, como en un salón de casa, como cuando de repente cae una nevada espectacular, de esas que hacen que todo se paralice, el tiempo adquiere otro tempo, y al caer la noche, a pesar de la luz que llega desde el exterior, (es el reflejo de la nieve que habla con la luna), dentro de casa, (o sea, en el escenario) encendemos una luz cálida, íntima y … se sienten las ganas de estar juntos, de compartir… de reír… Y entonamos una canción, de Mikel por supuesto. Y hablamos, cómo no, de sus encuentros con los pájaros, de la nieve… de psiquiatría… de la confianza… de su incomunicación para la comunicación… de su timidez… de su sonrisa… de su valentía artística… Y todo ello a veces acompañado de melodías o de notas conocidas y otras veces de sonidos nuevos, extraños, sorprendentes. Todo ello, cómo no, a su manera. Como Mikel nos enseño.
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