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Boni aparece cuando están cantando todos ello se va a ellos amenazador. Mutis todos por el foro. Después de una pausa entran Pedro, Koska y varios soldados rojos. Traen al conde Iván y cinco o seis nobles rusos disfrazados, a los que, a empujones, colocan en primer término. Los soldados abren la puerta del príncipe Sergio, quien al salir a escena reconoce inmediatamente al conde Iván. Katiuska, que ha presenciado el final de la escena, recuerda entonces al conde Iván. Los soldados reconocen entonces que el príncipe Sergio, conde Iván y Katiuska Ivanowa son nobles y deben ser prendidos, pero Pedro ordena silencio y, para salvarlos, dice que se trata de relatos de músicos vagabundos por los que no piensa dejarse sorprender. Koska, envalentonado, lanza a los soldados contra Pedro, pero éste ordena que se queden quietos. Pedro, cuando Koska, se ha marchado, ordena a los soldados que suelten al conde Iván. Katiuska dice a Pedro, suplicante ¿Qué vais a hacer? y Pedro dice: ¡Justicia! Entonces los tres prisioneros dicen a Pedro que les deje huir, y éste, vencido por el amor que siente por Katiuska, escribe un salvoconducto para que los tres huyan. Entonces es cuando Katiuska se niega a huir. Pedro, comprendiendo que Katiuska le ama, pide al príncipe y a Iván que huyan, que Katiuska se quedará con él. Llega al fin el Alto Comisario, con más autoridad que Pedro Stakoff y decide que el príncipe y el conde sean juzgados, mientras Katiuska, puede elegir entre seguir siendo una princesa fuera de Rusia o casarse con pedro Stakoff. Pedro y Katiuska piensan al fin que son dos barcas que no se han de separar jamás.
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