|
E así ocorreu, contratárono de mecanógrafo, chegando a gañar, ademais dos seus 45 pesos, a casa, a comida e o uniforme. Así se mantivo ata que, segundo el, suprimiron o posto, aínda que a versión que ofrecen algúns dos seus coñecidos é ben distinta.
|
|
En 1919 optó nuevamente por cambiar de residencia, yéndose, en esta ocasión, a vivir a La Habana. Allí logra un empleo “todo en uno”: barrendero, pintor y ayudante de albañil en la quinta La Purísima Concepción, que era propiedad de la Asociación de Dependientes. Para este puesto presentó sus certificados académicos de octavo grado, obtenido con la nota de sobresaliente, y de mecanografía. Por su empleo múltiple le gratificaron con 20 pesos al mes, pero, al menos, en esta nueva ocupación podría optar a algún tipo de ascenso. Y así ocurrió, lo contrataron de mecanógrafo, llegando a ganar, además de sus 45 pesos, la casa, la comida y el uniforme. Así se mantuvo hasta que, según él, suprimieron el puesto, aunque la versión que nos ofrecen algunos de sus conocidos es bien distinta. Ellos alegan que su promoción lo reputó como un profesional responsable y con capacidad para resolver los problemas que le presentaban a su departamento, lo que suscitó la envidia de su jefe que lo despidió a los cinco años pues ya despachaba mejor los asuntos que él.
|