valla – Catalan Translation – Keybot Dictionary

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  La revista de viajes co...  
El oso se sacudió el agua, centrifugándose. Han izan nintzen, el peluche preferido para los niños, la pesadilla para los campistas y un dios para los ainus. Lo vimos tras la seguridad de una valla y seguimos camino, alejándonos del lago Akan.
El oso se sacudió el agua, centrifugándose. Estava aquí, el peluche preferido para los niños, la pesadilla para los campistas y un dios para los ainus. Lo vimos tras la seguridad de una valla y seguimos camino, alejándonos del lago Akan.
  Istorioak Artxibo Mundu...  
El oso se sacudió el agua, centrifugándose. Han izan nintzen, el peluche preferido para los niños, la pesadilla para los campistas y un dios para los ainus. Lo vimos tras la seguridad de una valla y seguimos camino, alejándonos del lago Akan.
El oso se sacudió el agua, centrifugándose. Estava aquí, el peluche preferido para los niños, la pesadilla para los campistas y un dios para los ainus. Lo vimos tras la seguridad de una valla y seguimos camino, alejándonos del lago Akan.
  La revista de viajes co...  
Dice Ryszard, polaco, que él pasaba cerca de la frontera de la República Checa y que cuando preguntó por viajar a otros lugares como periodista pensó en sólo pasar al otro lado de la valla, a conocer a esos vecinos que él observaba desde su mundo enrejado.
Dice Ryszard, polaco, que él pasaba cerca de la frontera de la República Checa y que cuando preguntó por viajar a otros lugares como periodista pensó en sólo pasar al otro lado de la valla, a conocer a esos vecinos que él observaba desde su mundo enrejado. Ese era todo el universo que él, con el telón de acero impidiendo que viajaran hombres e ideas, quería conocer. Unas semanas después volaba a Roma y de allí a Asia que, llavors, era algo que ni siquiera había temblado. Su editor entendió que su viaje debía ser algo más largo que cruzar una frontera.
  La revista de viajes co...  
Los Consultorios Médicos de Maputo están en un viejo edificio de la época colonial en la avenida 24 Uztailaren. Hay una valla desconchada, una puerta de metal vetusta y unas escaleras torcidas debajo de un techo.
Los Consultorios Médicos de Maputo están en un viejo edificio de la época colonial en la avenida 24 de juliol. Hay una valla desconchada, una puerta de metal vetusta y unas escaleras torcidas debajo de un techo. Todo está desgastado y limpio allí. El brillo del agua al fregar el parqué deja ver aún mejor el trabajo que el tiempo y las termitas han realizado. Mientras espero observo a una mujer que barre y retira el felpudo de la puerta y al hacerlo destapa que está partido en dos.
  La revista de viajes co...  
La casa de los muertos se partió, aunque aguantó pese a todo la embestida, y por lo que allí vi nadie tuvo aún tiempo de preocuparse por arreglarlo. La lucha aún sigue siendo la de habitar al otro lado de la valla.
En Juchitán, Oaxaca, el lugar donde el terremoto lo asoló casi todo, el cementerio del Domingo de Ramos es en una parte escombro y en otra jarrones, creus, fotos o lápidas quebradas. La casa de los muertos se partió, aunque aguantó pese a todo la embestida, y por lo que allí vi nadie tuvo aún tiempo de preocuparse por arreglarlo. La lucha aún sigue siendo la de habitar al otro lado de la valla. Sobrevivir. Y esa lucha deja estampas duras, generosas y miserables.
  La revista de viajes co...  
Y el pasado tiene un nombre: Gustav Winter, un ingeniero alemán que en los años 30 del pasado siglo se convirtió en arrendatario de toda la península de Jandía (que llegó a separar con una valla del resto de la isla) y que concitó, y sigue concitando, un buen número de leyendas y habladurías.
El cementerio de Cofete és, sens dubte, el hallazgo más impactante de Fuerteventura para el visitante, una de esas estampas que te obligan a escarbar en el pasado. Y el pasado tiene un nombre: Gustav Winter, un ingeniero alemán que en los años 30 del pasado siglo se convirtió en arrendatario de toda la península de Jandía (que llegó a separar con una valla del resto de la isla) y que concitó, y sigue concitando, un buen número de leyendas y habladurías.
  La revista de viajes co...  
Una valla metálica de separación del ganado, ya vencida sobre el suelo, indica el camino hacia la última cima, de la Pico de Lera o de Leta (2.122 metro), que alcanzamos tres horas y media después de comenzar a andar.
Continuando por el collado, media hora después se alcanza Bacún Norte (2.195 metres), la máxima altitud de la ruta a caballo entre la cuenca del río Aurín y la del Bozuelo. Desde este punto se disfruta de las mejores vistas de Collarada y Collaradeta. Una valla metálica de separación del ganado, ya vencida sobre el suelo, indica el camino hacia la última cima, la del Pico de Lera o de Leta (2.122 metres), que alcanzamos tres horas y media después de comenzar a andar. Un túmulo de piedras junto a un palo invita a descansar unos minutos y comer algo. Allà baix, hacia el valle de Acumuer, asoma un precario refugio de pastores.
  Istorioak jauna Matsinh...  
En otra ocasión había quedado con él en un bar y se paró en la puerta para preguntarme por dónde entrar. Enfrente tenía una inmensa puerta, a la derecha una valla. Él se quedó quieto delante de la valla.
"Quin any estem?”. Aquestes van ser les primeres paraules que vaig escoltar al Sr Matsinhe. Vaig entrar a una reunió a conèixer l'home que havia de portar els meus papers de residència a Moçambic i vaig veure un home de mitjana edat, uns 50 anys, una mica ventrut i de to de veu molt feble, que porta tots els temes laborals i privades. Llavors escolti: "En quin any estem?"I vaig pensar"!espero que no sigui el tipus q"em arreglarà meus papers!”. Llavors em vaig equivocar. Era. En una altra ocasió havia quedat amb ell en un bar i es va parar a la porta per preguntar-me per on entrar. Al davant tenia una immensa porta, a la dreta una tanca. Ell es va quedar quiet davant de la tanca. La meva vida en aquest lloc estava en mans d'aquell estrany senyor.
  La revista de viajes co...  
Algunas fronteras, como la valla que separa Israel de Palestina en Galilea, te producen tristeza. Otras te obligan a contener la respiración: a la vista del imperial castillo de Ivangorod, en la otra orilla del río Narva, frontera entre Estonia y Rusia.
Algunas fronteras, como la valla que separa Israel de Palestina en Galilea, te producen tristeza. Otras te obligan a contener la respiración: a la vista del imperial castillo de Ivangorod, en la otra orilla del río Narva, frontera entre Estonia y Rusia. Al Bòsfor, donde la distancia entre Europa y Asia nunca fue tan corta, se percibe la épica de los anaqueles de la Historia, de esos clásicos como Herodoto que dejaron constancia de los 300 azotes que Jerjes ordenó infligir al Helesponto por destruir el puente que los persas habían tendido de una a otra orilla. Pocos castigos tan poéticos como ése.
  La revista de viajes co...  
Algunas fronteras, como la valla que separa Israel de Palestina en Galilea, te producen tristeza. Otras te obligan a contener la respiración: a la vista del imperial castillo de Ivangorod, en la otra orilla del río Narva, frontera entre Estonia y Rusia.
Algunas fronteras, como la valla que separa Israel de Palestina en Galilea, te producen tristeza. Otras te obligan a contener la respiración: a la vista del imperial castillo de Ivangorod, en la otra orilla del río Narva, frontera entre Estonia y Rusia. Al Bòsfor, donde la distancia entre Europa y Asia nunca fue tan corta, se percibe la épica de los anaqueles de la Historia, de esos clásicos como Herodoto que dejaron constancia de los 300 azotes que Jerjes ordenó infligir al Helesponto por destruir el puente que los persas habían tendido de una a otra orilla. Pocos castigos tan poéticos como ése.
  La revista de viajes co...  
Una valla metálica de separación del ganado, ya vencida sobre el suelo, indica el camino hacia la última cima, de la Pico de Lera o de Leta (2.122 metro), que alcanzamos tres horas y media después de comenzar a andar.
Continuando por el collado, media hora después se alcanza Bacún Norte (2.195 metres), la máxima altitud de la ruta a caballo entre la cuenca del río Aurín y la del Bozuelo. Desde este punto se disfruta de las mejores vistas de Collarada y Collaradeta. Una valla metálica de separación del ganado, ya vencida sobre el suelo, indica el camino hacia la última cima, la del Pico de Lera o de Leta (2.122 metres), que alcanzamos tres horas y media después de comenzar a andar. Un túmulo de piedras junto a un palo invita a descansar unos minutos y comer algo. Allà baix, hacia el valle de Acumuer, asoma un precario refugio de pastores.
  Istorioak jauna Matsinh...  
En otra ocasión había quedado con él en un bar y se paró en la puerta para preguntarme por dónde entrar. Enfrente tenía una inmensa puerta, a la derecha una valla. Él se quedó quieto delante de la valla.
"Quin any estem?”. Aquestes van ser les primeres paraules que vaig escoltar al Sr Matsinhe. Vaig entrar a una reunió a conèixer l'home que havia de portar els meus papers de residència a Moçambic i vaig veure un home de mitjana edat, uns 50 anys, una mica ventrut i de to de veu molt feble, que porta tots els temes laborals i privades. Llavors escolti: "En quin any estem?"I vaig pensar"!espero que no sigui el tipus q"em arreglarà meus papers!”. Llavors em vaig equivocar. Era. En una altra ocasió havia quedat amb ell en un bar i es va parar a la porta per preguntar-me per on entrar. Al davant tenia una immensa porta, a la dreta una tanca. Ell es va quedar quiet davant de la tanca. La meva vida en aquest lloc estava en mans d'aquell estrany senyor.
  La revista de viajes co...  
Y ya subidos al coche y cuando sólo quedaba que levantaran la valla dos tipos nos dijeron que quedaba por pagar la tasa de entrada. Y comenzamos a reírnos ya que no llevábamos ni un solo céntimo. Gero, una chica que nos había ayudado con el seguro del coche intercedió por nosotros y los agentes nos dejaron entrar a Zambia sin pagar la sexta tasa.
Y ya subidos al coche y cuando sólo quedaba que levantaran la valla dos tipos nos dijeron que quedaba por pagar la tasa de entrada. Y comenzamos a reírnos ya que no llevábamos ni un solo céntimo. Llavors, una chica que nos había ayudado con el seguro del coche intercedió por nosotros y los agentes nos dejaron entrar a Zambia sin pagar la sexta tasa. La sensación es que quedaba poco para que llegara un agente medioambiental y nos dijera cuántas veces pensábamos respirar y cobrarnos un impuesto por uso de oxígeno. En tot cas, la gente de aquella frontera fue encantadora, nada que reprochar en lo personal.
  Istorioak aldizkari bid...  
“Querían venir”, me dice con una tierna sonrisa. Son cinco niños con problemas físicos, uno de ellos blanco, que acaba de depositar una flor en el improvisado altar que ha construido la gente junto a la valla del hospital.
No gaire lluny d'allà 3 estudiants nigerians es fan fotos amb els pocs blancs que hi ha als voltants del centre sanitari, la major part resignats treballadors de guàrdia de la troupe de periodistes. "És el més gran", Diuen foto a foto. Fa, gairebé imperceptible, John és, un jove sud-africà blanc que ha portat a un grup de nens a rendir tribut. "Volien Venir", em diu amb un tendre somriure. Són cinc nius amb problemes físics, un d'ells blanc, que acaba de dipositar una flor en l'improvisat altar que ha construït la gent costat de la tanca de l'hospital.
  La revista de viajes co...  
Sartu, vimos que había un montón de sillas y un escenario en el que se podía leer en un cartel pintado a mano: “The Titanic crew” (la tripulación del Titanic). Tras la valla se escuchaba el estridente sonido de una especie de feria.
Van decidir llavors sortir amb el vehicle a buscar un lloc on prendre alguna cosa (més) mentre nosaltres continuàvem amb el tràfec de cerveses i vins difícilment empeorables. A l'estona van tornar i ens vam anar junts a un bar on el porter de l'entrada portava una simple metralleta per dissuadir al típic pesat que diu que coneix el Dj. En entrar, vam veure que hi havia un munt de cadires i un escenari en què es podia llegir en un cartell pintat a mà: “La tripulació del Titanic” (la tripulació del Titanic). Després de la tanca s'escoltava l'estrident so d'una espècie de fira. Ens vam asseure i vam seguir amb la nostra regularitat del colze, engreixat ja després de diverses hores de dedicació entusiasta. Hi havia a la taula un tipus assegut, crec que el nom era Fred, que molt educadament es va presentar i em va preguntar a què treballava. "Sóc periodista", li parts, i ràpidament es va presentar també sota l'humil títol de "sóc un dels enginyers més importants d'Uganda". Parlem una estona sobre la seva meravellós país, alguns tòpics d'Espanya i després es va aixecar perquè havia d'anar a buscar la seva nòvia, a la que va portar després sense que intercanviessin una sola paraula durant tota la vetllada (tampoc amb la resta de la taula).