|
Incluso antes de que Pantomima desapareciese en el Nanga Parbat, un nuevo desarrollo del alpinismo se había impulsado desde los clubs alpinos y asociaciones del continente, especialmente en las universidades de Zurich, Beč, Berna y Munich. En los años veinte nadie estaba a salvo en Europa de las ideas nacionalistas exacerbadas. Las condiciones humillantes impuestas por los países vencedores a Alemania, unidas a la crisis económica y social y la situación de extrema miseria en la que vivían amplias capas de la población, el miedo a la revolución proletaria (como la que había llevado al poder en Rusia a los bolcheviques) propiciaron el ascenso del fascismo. Un fenómeno que se extendería como una mancha de aceite por toda Europa y terminaría abocando al mundo a la mayor tragedia conocida por la Humanidad.
|