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Nuestros hermanos judíos, sin embargo, son muy aficionados a sus tradiciones hechas por el hombre, y es una regla dentro del judaísmo que, una vez que cualquier tradición hecha por el hombre se ha vuelto costumbre por un cierto período de tiempo, se convierte en ley. En efecto, los judíos dicen que mientras una tradición hecha por el hombre sea popular, no importa si concuerda o no con la palabra de Yahweh, puede convertirse en ley. Sin embargo, esto es similar a decir que, dado que la Iglesia Cristiana ha guardado Navidad y Pascua por miles de años, ellos tienen el derecho de sustituir los festivales de Yahweh por sus propias fiestas; pero sabemos que esto no es correcto. Si rechazamos el supuesto derecho que tiene la Iglesia Cristiana para cambiar la palabra de Yahweh con el fin de ajustarla a sus propios gustos, entonces también debemos rechazar el reclamo de nuestros hermanos judíos de poder alterar la palabra de Yahweh.
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