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Quizá por eso, también, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. En la plaza de la iglesia, ondea en un mástil una bandera republicana.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a Canfranc e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aún Talvez por issoa a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, também, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. Na praça da igreja, ondea en un mástil una bandera republicana. Frente, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a Canfranc e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aún Misschien is het daaroma a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, Ook, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. In het kerkplein, ondea en un mástil una bandera republicana. Tegenover, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a カンフラン e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aún多分それが理由ですma a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, また、, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. 教会広場で, ondea en un mástil una bandera republicana. 反対, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a Canfranc e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aúnPotser per aixòma a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, també, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. A la plaça de l'església, ondea en un mástil una bandera republicana. Davant, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a Canfranc e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aúnMožda zatoma a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, također, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. U crkvenom trgu, ondea en un mástil una bandera republicana. Suprotan, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a Канфранк e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aúnМожет быть, поэтомуma a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, также, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. В церковной площади, ondea en un mástil una bandera republicana. Противоположность, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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La profusión de madera en las viviendas le costó muchos disgustos en el pasado a Canfranc e incluso su devastación en 1944, cuando un gran incendio lo borró del paisaje. Quizá por eso, Canfranc tiene aún Agian horregatika a pueblo fantasma, con sus viejos edificios de piedra semiderruídos donde aún se adivina la voracidad del fuego. Quizá por eso, ere, Canfranc vive un poco a su aire, a espaldas de la carretera, como si no le importase proclamar que sigue vivo. En la plaza de la iglesia, ondea en un mástil una bandera republicana. Aurrean, un vagón antiguo reivindica la memoria del Canfranero.
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